Hace un par de semanas estaba leyendo el New York Times y uno de los encabezados decía que el Tibet estaría cerrado durante marzo hasta nuevo aviso. Esto se debía a que se celebraba el 50 aniversario de la ocupación China en aquel territorio. Me quedé congelado. Tuve que pensar en otras opciones de viaje, sin embargo, la cabeza se cerró y se mantuvo sobre la idea de visitar Asia. Al parecer las representaciones diplomáticas chinas en todo el mundo darán el banderazo el 1 de abril para autorizar la entrada a los turistas. Estaré esperando los boletines para ver qué pasa, mientras tanto, sigo con la investigación y la compra de los artículos necesarios para el viaje.
viernes, 27 de marzo de 2009
Closed. Cerrado. Fermé. Geschlossen: Tibet
Hace un par de semanas estaba leyendo el New York Times y uno de los encabezados decía que el Tibet estaría cerrado durante marzo hasta nuevo aviso. Esto se debía a que se celebraba el 50 aniversario de la ocupación China en aquel territorio. Me quedé congelado. Tuve que pensar en otras opciones de viaje, sin embargo, la cabeza se cerró y se mantuvo sobre la idea de visitar Asia. Al parecer las representaciones diplomáticas chinas en todo el mundo darán el banderazo el 1 de abril para autorizar la entrada a los turistas. Estaré esperando los boletines para ver qué pasa, mientras tanto, sigo con la investigación y la compra de los artículos necesarios para el viaje.
Metal, por favor...
lunes, 9 de marzo de 2009
Pásele güero ! Chichicastenango, Guatemala
lunes, 2 de marzo de 2009
हरिद्वार भारत : el Registro de India ( I )
Difícilmente le seguíamos el paso a Ranjan que iba encabezando la caminata y de vez en cuando se perdía entre los puestos y la gente. Entre dos locales había una delgada puerta que conectaba a un patio central por medio de un obscuro pasillo. Entramos. Al llegar al final había una especie de vecindad y en el centro había un gran y robusto árbol. Había aproximadamente 10 o 12 puertas que daban acceso a pequeños cuartos. Pensé que aún no habíamos llegado al registro, lo imaginé como una oficina con máquinas de escribir, dependientes de gobierno y grandes libreros con tomos de los registros anteriores. "Pasen -dijo Ranjan- ya le fueron a avisar a la persona que tomará el registro". La habitación era pequeña, sin muebles mas que las viejas alfombras que cubrían el piso. Afortunadamente era fresco y por un momento pudimos parar a descansar. Llegó el brahmán, era un hombre de entre 40 o 45 años que había dedicado su vida -siguiendo la tradición familiar- a mantener los registros de ciertas castas de India. Salió del pequeño cuarto y regresó con con un gran fajo de hojas unidas entre sí por un delgado cordón. Deshizo el nudo y extendió las hojas, mientras buscaba Rajan nos explicó ,''Esta familia de brahamanes ha mantenido el registro de toda mi famila (Gaur) desde el nacimiento de la misma. Ellos son los encargados de mantener la información intacta de nacimientos y defunciones".
Intercambiaron algunas palabras y comenzó a anotar en sánscrito nombres, fechas y lugares. Al finalizar pidió a Rajan que firmara y pidió un testigo, esto para rectificar que un miembro de la familia había sido quien verdaderamente registró el nacimiento. Intercambiaron unas palabras. Ranjan nos dijo, "les quiero pedir que firmen como mis testigos". Bang ! Nuestros nombres quedarían escritos en un libro cuya entrada más antigua tiene aproximadamente 300 años. Nos pidió nombres, procedencia y los más importante, la relación con la familia . Ranjan contestó, "amigos de la famila Gaur". Tembloroso tomé la pluma de tinta azul y plasmé mi firma, lo mismo hizo Eduardo. Se agradecieron entre ellos y un simbólico pago dio por terminado el trámite. Tomó el libro, lo enrolló y lo anudó.
domingo, 1 de marzo de 2009
Señales...
Durante el trayecto, ella (no recuerdo su nombre y no lo voy a investigar) nos ofreció leer nuestro café. Yo, con una cara de escéptico, seguí admirando las montañas tapizadas con pequeños focos y su respectivo reflejo en el agua. Terminamos. Nos dio indicaciones para dejar reposando las tazas. Dijo, "tomen el plato y pónganlo sobre la taza, den algunos giros en contra de las manecillas del reloj y después volteen la taza sobre el plato. Cuiden de no derramar el contenido fuera del borde de la taza". Mi esceptisismo creció. Pasaron algunos minutos mientras la porcelana se enfriaba y el café en conjunto con la energía de los giros nos preparaban el mensaje. Carlos fue el primero en platicar con ella, no sé si fueron 10 o 15 minutos que mi tocayo casi ni respiró. El reflejo de las luces sobre su cara apenas me dejaba ver el parpadeo natural. Cuando terminó, se me acercó y dijo, "está cabrón, lo que me dijo es cierto". Tomé asiento, sonrió y luego puso su mano sobre la base de la taza y dijo algo en turco. Lentamente la giró, el destino se había manifestado en los pequeños granos de café. Comenzó a hablar, el golpe de la proa contra el agua se perdió, solo estábamos ella y yo. Me describió, dijo lo que sentía y quería en ese momento. Me tranquilizó, "te preocupas de más, tienes tu vida arreglada". Agregó algunas cosas que iban a pasar y pasaron a mi regreso. Quedé helado. Regresamos al embarcadero, extasiados por la vista y asombrados por la plática.
Tres cosas me quedaron muy presentes, la primera ya se cumplió. Sigo esperando las otras dos. Creo en las señales, ya sea que vengan de un libro o que se dibujen en el cielo. Creo en la extraña y fabulosa conexión entre nuestra energía y la pasta del café.