miércoles, 29 de abril de 2009

La Cruz del Sur


Hoy comencé a empacar para mi viaje a China, usualmente siempre empaco mi ropa primero y finalmente todos los gadgets de viaje como: cámara, lentes, ipod, memorias, USB etc. Tengo un souvenir que compré en mi último viaje a Maurruecos y lo llevo atado a un zipper de mi mochila. Caminando por el mercado de la medina en Marrakech entré en una pequeña tienda a buscar un objeto que sabía lo iba a encontrar ahí. Estuve investigando y dí con la Cruz del Sur usada por los berbers para guiarse en el desierto y atravesar la oscuridad de la noche. La Cruz es una parte elemental para los marroquíes que viven en el desierto y viajan durante la noches para aprovechar la clemencia de los rayos de la luna.

Mañana salgo hacia Japón y posteriormente China, con toda la situación sanitaria que estamos viviendo los nervios se presentan intermitentemente en mi cabeza. No sé qué esperarme a mi llegada al aeropuerto, he leído que hay cámaras térmicas e inclusive especialistas que verifican a cada pasajero para descartar el contagio. En fin, tan pronto llegue a Beijing se notará en mi blog. Espero que la Cruz del Sur, aún y cuando se a de día, tenga el efecto que tiene sobre los destinos de los berbers de Marruecos.





domingo, 26 de abril de 2009

Mr. & Mrs. Gadget

No sé si les ha sucedido, pero en lo personal me parece molesto que alguien esté viendo la pantalla de de su celular mientras se tiene una conversación de dos personas. A medida que uno comienza la plática el otro simplemente hace ruidos extraños como, ¨Mmm, claro¨ ¨Aha¨ ¨Uyy¨ como indicando que tiene la habilidad de escuchar, comprender y enviar un mensaje a la vez. Después, como tratando de retomar la plática te hacen preguntas tan estúpidas como, ¨y luego, qué paso?¨ Otra escena que me encanta es que cuando un grupo de gente llega a un restaurante o café y todos ponen sus celulares sobre la mesa. Es como en el antiguo oeste, todos desenfundan las pistolas para no meterse un balazo.


No falta el que te pregunta, ¨y tú, qué celular traes?" Contesto, "uno del Oxxo, de esos que cuestan como 300 pesos M.N. y te regalan el doble en tiempo aire." "Uy, pues yo traigo el Nokia E320-689-456N-P-4EN-D4E89-J92O con cámara de 20 megapixeles, manos libres, touch screen, internet, Facebook, auricular integrado, altavoz, cable de USB Firewire para transferencia de datos, Rayos X, navaja Victorinox y el juego de Serpientes y Escaleras." Vuelvo a contestar, ¨claro, también traes una cuenta que te va a dejar sin comer por los próximos tres años. Por casualidad no traes una secretaria?"


Otra escena que me encanta es la gente que trae 3 o 4 celulares ganchados al pantalón. Para la gente delgada no creo que sea problema, sin embargo, para los que tenemos uno kilitos de más ha de ser un martirio. Ya me imagino los pobres celulares y radios oscurecidos por la loja mientras el sol alumbra por completo las carnes de su dueño. A continuación una conversación entre el Nextel y el Motorola, ¨No chingues, ya me duele la espalda de cargar con este gordito todos los días. A parte, el sauna como que me comienza a despintar lós números del teclado.¨


Me encontré el siguiente video que me pareció interesante. Eres tú uno de ellos?




jueves, 23 de abril de 2009

Arte, deportes y entretenimiento...

El día de ayer fui al museo MARCO a ver la exposición de Antony Gormley, sin embargo, tuve que ver también las obras que componían la Colección Villacero. Ocupaban 3 o 4 salas y básicamente eran obras hechas con acero y diferentes técnicas de ensamblado y pintado. Caminando entre las obras me topé con un pequeño grupo de 4 personas -1 maestra y 3 alumnos- que me imagino coincidieron en alguna clase de arte. Se escuchaban los comentarios de la maestra, "miren muchachos, esta obra vista de tal perspectiva tiene tal volumen...¨. Una de las chicas contestó, ¨mira ésta, las sombras están brutas¨. Siguieron caminando y los seguí, pensé que iban a ser divertidos los diálogos. Había una obra compuesta de dos piezas que estaban suspendidas en el aire sujetas por dos cables delgados de acero. Una de las chicas dice (en tono ¨Regiofresa¨), ¨cómo le vamos a hacer con nuestra obra maestra, va a estar súper, súper pesada. Va a tener yeso y la vamos a suspender en el aire igual que ésta¨. Pensé, ¨pues vas a tener que hacer algunos cálculos para que no le caiga en la cabeza a alguien y asegurar tu permanencia en el instituto¨.


Una de las obras era una especie de casco gigante, imaginen un casco de fútbol americano pero fabricado con maya, láminas y clavos. Dentro del casco, en un pequeño pedestal de fierro había una pluma blanca de alguna ave. La parte interior del casco estaba llena de clavos oxidados que apuntaban a la indefensa pluma. El título era: Inocencia. Wow! Yo hice lo mismo en mi clase de Apreciación Estética de la preparatoria. Acá usamos una tarima de madera y en el centro pusimos la silueta de una cara hecha de yeso. Comenzamos a poner clavos de atrás hacia adelante quedando las puntas hacia quien veía la obra. Posteriormente doblamos los clavos a golpes apuntando a la cara. Manchamos la silueta con pintura roja y la cereza del pastel fue que suspendimos la obra con mecates (idea del buen David Pedroza). Entre el Indio (Eduardo Garza) y yo explicamos la obra. Eso sí, la explicación era dinámica ya que mientras Indio hablaba de la represión social yo hablaba de lo que nos tardamos en poner los cientos de clavos. Decíamos algo así como (con una mano en el mentón y una ceja flexionada hacia arriba) , ¨Claro, la silueta representa tu persona, lo clavos la sociedad. O sea, es la sociedad reprimiéndote y orillándote a dejar tus sueños...¨. Nuestra obra ganó. ¨Es cuestión de vender bien las cosas para que cualquiera las compre¨.


Después terminar el recorrido salimos de la sala. Al final, afuera en el patio había un ¨jardín de piedra¨ donde estaban expuestas otras obras de la misma colección. Decidimos ir a verlas. Algunos de los nombres que me encontré fueron: Intimidad, Sueño I y obviamente el II. De todas las obras me llamó la atención una que se movía. Era una especie de veleta hecha con cucharas de aluminio. En el cartoncillo donde se encontraba el nombre se leía, ¨Acero, aluminio y movimiento¨. De pronto, a mis espaldas escuché el siguiente comentario, ¨Mira, son cucharas, vamos a llevárnoslas¨. Puta! Otro tipo se sentó en un pequeño escalón mirando la obra detenidamente. Aquí viene la parte interesante del arte: lo que uno quiere que la gente piense cuando nos ve y lo que re-al-men-te-es-ta-mos-pen-san-do. Creo que lo que él quería que pensara la gente que lo veía era algo así como, ¨Uy, el tipo está super concentrado en la evolución y movimiento de la obra. Las dimensiones y el espacio que ocupa. La interacción del aire con la materia causando un movimiento circular que su a vez ocasiona que todo a su alrededor...¨. Lo que yo creo que él estaba pensando era, "Me cae que si me llevo las cucharas mi abuelita me va a hacer un buen mole y un buen arroz".


P(arte)z,

miércoles, 22 de abril de 2009

El mercado de la Merced se quedó corto...

Museo de Arte Contemporáneo. Subimos al elevador que nos llevaría al primer piso, lugar donde se encontraba la exposición de Pixar. Oprimí el número 1 de los botones iluminados y el ascensor comenzó a moverse. Tan pronto se abrió la puerta se escuchó una voz que dijo, ¨No seas atrabancado hijito, deja que la gente salga¨. Creí que habíamos llegado a un nuevo departamento o sección de MARCO, era algo así como un jardín de niños o una guardería. Tenía algunos meses de no ir al museo y me imaginé que la organización se embarcó en el proyecto de cuidar escuincles. Corrían, gritaban y otros lloraban por todo el piso. Aún y cuando había una gran caricatura sonriente de Woody de Toy Story en la pared los niños seguían acabándose los pulmones y la garganta. Unos guardias de seguridad eran simples postes entre el mar de gente; otros no encontraban si ver al niño que embarraba los vidrios o pateaba las paredes de la museografía. Debido a que era míercoles ¨de a grapa¨ casi medio Monterrey fue a ver la exposición de los dibujos animados.


Había una sección que incluía todos los trabajos hechos a mano, como en un inicio. Había bocetos inconclusos y otros terminados a color y con su respectiva firma. Una chica le dijo a su novio, "creo que para trabajar aquí tienes que dibujar y pintar muy bien¨. Y yo pensé, ¨creo que sí amiga, mínimo tienes que pasar Crayolas 1, 2 y 3¨. A todo esto, la concentración era casi imposible. Parecía un mercado y de pronto en el altavoz -como en cualquier centro comercial- voceaban a los escuincles perdidos. (Con voz de eco y tono de Soriana) "Sra. Fulana de Tal, su hijo se encuentra en la recepción y ya no lo aguantamos. Venga por él, pero ya!¨ Mientras observaba un cortometraje me llegó un leve olor a tacos de chorizo y pensé, ¨no creo que sean capaces¨. Jamás me enteré si era chorizo o mi mente me jugaba una broma aromática. Seguimos caminando. ¨Apá, apá, apá¨, lloraba un niño mientras su papá veía la cabeza digitalizable de Edna Moda de los Increíbles. Las señoras gordas ocupaban las bancas que debían ser usadas por la gente que quería ver alguna proyección.

La exposición es excelente, obvio sin tanta gente. Recomiendo ir cualquier otro día de la semana que no sea el Miércoles de Mercado en MARCO.


p.D. Había gente que se quedaba viendo a las piezas de mármol que estaban en las esquinas y creo que pensaban, ¨qué forma, qué sombras, qué dimensiones¨. Sí, eran maceteros vacíos.

Números (16,479): The Bread Room

El día de hoy una amiga me convenció de ir al museo MARCO a ver la exposición de Pixar, no estuve muy de acuerdo desde el principio debido a que tenía otros pendientes. Una vez que terminé con los famosos ¨mandados¨ y le vi el fondo a un McFlurry de Oreo en McDonald´s, nos dirigimos al lugar. Había tres exposiciones temporales: La Colección de Villacero, Pixar y Antony Gormley (mentalmente, sin decírcelo, me incliné por ver solamente la última). Después de ver la primera -sin muchas ganas- nos dirigimos a ver las instalaciones de Gormley. Primero, en una sala había un ciento de cajas de madera que servían de molde para esculturas de cemento. Grandes rectángulos grises y otros blancos representaban el espacio que el cuerpo humano ocupa en un lugar. Más allá, en otra sala había un hombre y un perro hechos de esferas negras de no sé qué material. Era interesante el espacio que ocupaban las esferas ya que las que no formaban parte de los cuerpos estaban regadas sobre el pulido piso de madera. A lo lejos, en otra sala vi algo que parecían mosaicos. Debido a mi dificultad para ver de lejos -aún y cuando traiga lentes- la mente me engañó por unos minutos. Al entrar a la sala, en el centro de la misma había un cuerpo humano de color negro hecho de terracota. Estaba boca abajo como queriendo atravesar el suelo. Los mosaicos eran panes, sí, panes con los que hacemos sandwiches. Estaban acomodados cuidadosamente y de forma equidistante en las cuatro paredes de la sala.


Procedí a ver la instalación del hombre de terracota y los panes. Una vez que no hubo nada mas que ver me propuse a sacar un estimado de los panes que se usaron para dicha obra. Le pedí a mi amiga que contara una pared mientras yo contaba otra. Estos fueron los resultados (aproximados y modificados por mi vista de topo) de los números que obtuvimos:


Se usaron aproximadamente 16,479 panes que son un total de 687 barras de pan comercial (quitando las tapas o "suegras" que son dos). Tomando en cuenta que cada rebanada pesa en promedio 26gr. (no tomando en cuenta la resina) el cuarto entero -entre las 4 paredes- soportaba aproximadamente 428kgs. de comida. Hace mucho que no veía una obra de arte tan impactante. Tomando en cuenta la hambruna mundial y si quieren verla a nivel local - o sea, México- se pudo haber alimentado a 8,239 personas dándole un sandwich a cada una. En un plan a largo plazo, se pudo haber alimentado a 22 personas con un emparedado diario por un periodo de 365 días.


Me esperaba algunos comentarios que me sacaran de la duda de lo que representaba dicha obra. Como por ejemplo, "Claro, la aritmética y armonía de los panes hacen que el hombre en el centro sea la respresentación estética de...¨. Sin embargo, me equivoqué, por mucho. Al impacto numérico y visual tuve que sumarle los comentarios que se escuchaban: "Uy, se me antojó un lonche¨; "Ay, ya me dio hambre"; "Llegando a la casa me voy a hacer un sandwich"; "Sí, uno con mermelada y mantequilla".


Cerca de ahí había una sala más grande, con pequeños bultos de arcilla que representaban cuerpos humanos con ojos. Amorfos en su mayoría, cubrían todo el piso. Probablemente eran un par de millones, no quiero saber cuántos ladrillos pudieron haber salido de ahí para hacerle la casa a un indigente. No sé hacia dónde va el arte. Qué le pasó a la brocha y la pintura?

domingo, 12 de abril de 2009

Balas contra Mandalas...

Bala: 1. f. Proyectil de forma esférica o cilíndrico-ojival, generalmente de plomo o hierro. (http://www.rae.es/)

Mandala: 1. m. En el hinduismo y en el budismo, dibujo complejo, generalmente circular, que representa las fuerzas que regulan el universo y que sirve como apoyo de la meditación. (http://www.rae.es/)

La fonética de las palabras es parecida, sin embargo, el significado dista de la misma manera que lo hacen Beijing y Lhasa. Actualmente y desde hace cientos de año el conflicto en el territorio tibetano ha ocasionado tensiones entre los cuerpos políticos de ambas regiones. Los medios de comunicación se han encargado de exportar el problema a otras partes del mundo donde a distancia se apoya al Tibet con pacíficas manifestaciones y marchas. La histórica inercia bélica China ha sido uno de los puntos de presión que ha obligado al país a mantener firme, ante la comunidad internacional, su inflexible actitud hacia el problema. Las balas han sido y serán una pausa en el silencio indicando un estado de guerra lantente. Por el otro, el mandala será el colorido símbolo que puede ser barrido por el viento. Espero estar en Lhasa en mayo.

Paz, en verdad...

viernes, 10 de abril de 2009

La Tijera de Oro

El día de ayer leí una entrada en el blog de Chuyito Santos acerca del resurgimiento de las peluquerías tradicionales. Aquellas en las que se cortaba el pelo, afeitaba, planchaba y relajaba a los clientes. El peluquero era un profesional en las artes de la estética masculina, el manejo de la navaja y la crítica social. Inclusive, en sus inicios llegaron a ser dentistas y cirujanos. Hace aproximadamente 3 años tuve la oportunidad de visitar uno de estos establecimientos y fue el día de Año Nuevo. Andaba por la calle comprando los últimos alcoholes para la fiesta y al voltear la calle ahí estaba: La Tijera de Oro. El frente era un gran ventanal donde estaban mal pintados el nombre y el logotipo del lugar. A un lado de la puerta estaba el famoso ¨Poste del Barbero¨ con sus colores azul, rojo y blanco (vale la pena investigar acerca de la hisotria del artefacto).


Entré, el dueño sentado sobre una de las sillas me indicó que esperara. ¨En un momento lo atiende mi hijo, rasura y corte?" preguntó. Tomé un de los viejos Libros Vaqueros que se encontraba en una mesa y esperé. ¨Pásale amigo, vamos primero con el corte y luego la afeitada." Después de darle las instrucciones básicas de un corte el pelo comenzó a cubrir el piso. Una vez que terminó me prestó un periódico y me dijo que esperara mientras afilaba la navaja y calentaba las toallas. Inclinó el respaldo hacia atrás, extendió la cabecera y lo último que ví fue el abanico girando en el techo. Comenzó por acondicionar la piel con un par de cremas y aceites, posteriormente cubrió la barba con una espesa capa de espuma. El roce del filo contra el cinto de cuero anunciaba que la navaja se preparaba para cortar. Inició con el cuello, mejillas, barbilla y luego la boca. Limpió los remanentes y colocó un par de toallas calientes sobre la cara. Todo se volvió blanco. Sólo se escuchaba el abanico en el techo, las pláticas mezcladas con las máquinas de corte y los carros en la calle. De pronto, escuché un ruido sordo muy cerca de mi oído. Era una especie de máquina electríca que vibraba a gran velocidad! Dadas las circunstancias ergonómicas y espaciales pensé, " Feliz Año Carlos, que lo disfrutes.¨ Afortunadamente no pasó a mayores, era un servicio que se daba junto con la afeitada y por el mismo precio: un masaje de brazos, hombros y cara. Terminó y pagué. Salí como nuevo y listo para acabar con la noche. Había descubierto por casualidad un local donde aún se ejercía uno de los oficios más finos y emblemáticos : el corte y la rasura.

El Día de la Verdad

¨Si todos dijésemos siempre y en cada caso la verdad, la desnuda verdad , al principio amenazaría hacerse inhabitable la tierra, pero acabaríamos pronto por entendernos como hoy no nos entendemos.¨ Miguel de Unamuno


Cierto día, platicando con una amiga me dijo en tono sarcástico, ¨deberíamos de hacer el Día de la Verdad (DDV).¨ Sabía hacia dónde iba y continuó, ¨sí, un día en el que le puedas mentar la madre a las personas sin problemas, sin que queden resentimientos y un cargo de consciencia por purgar.¨ Me gustó la idea y la he comenzado a emplear, no de forma tan directa pero lo he hecho y funciona. He aprendido que haciéndolo evitas los malos entendidos y las falsas percepciones, todo fluye y los días son más llevaderos. Es como una válvula de escape a los nuevos protocolos sociales que limitan la capacidad mental y lingüística de todos los individuos que se quieren explayar. No estoy tratando de justificar el mal genio de una persona, simplemente es poner en la mira la estupidez de la gente cuando te daña y lo pretende arreglar con una simple disculpa.

A continuación expongo algunas situaciones y los posibles resultados de las interacciones:

Situación: Llevas el coche al mecánico y te cotiza cierto precio. Vas dos días después para recogerlo, no está listo y a parte de recibirte con las manos engrasadas tu cuenta se ha elevado $1,500 M.N. más. Contestación Protocolo Social: " No te preocupes maestro, aquí traigo $2,000 M.N. por si acaso. Sé que estuviste trabajando muy duro y te voy a dejar una propina de $200 M.N. aunque me tenga que regresar a pie o en camión. La temperatura no es muy agradable y el sol parece plomo. Nos vemos mañana y muchas gracias.¨ Contestación DDV: ¨ Qué te pasa pendejo, crees que tengo un árbol de dinero?"

Situación:Vas a una dependencia de gobierno para hacer un pago, debido a que supuestamente faltan unos documentos te envían a otro lugar. Llegas y te dicen que en el lugar anterior debieron haber sellado tal papel y que no falta ningún documento. Al regresar no te atienden pues están en hora de comida, auque coman en el mostrador de Atención al Cliente no puden tomar el sello en lugar del tenedor. Contestación Protocolo Social: "Les pido una disculpa por mi ineptitud y olvido, lamentablemente soy muy desorganizado y no puedo con tantas cosas en mi cabeza. O masco chicle o camino, ya que si lo hiciera al mismo tiempo me caigo o me ahogo." Contestación DDV: ¨Están pero bien jodidos, no quieren un café para bajar la comida?"

Poco a poco, lentamente, la forma de pensar de la gente cambiaría. Se darían cuenta de que una pequeña acción puede desencadenar una pequeña batalla sobre un escritorio o a mitad de la calle. Caerían en la cuenta de que la verdad, aún y cuando sea dura siempre es la mejor forma de llegar hasta el final. Realmente reconocerían el verdadero peso y poder de cada palabra que sale de su boca comandada por la mente.


jueves, 9 de abril de 2009

No creo...

¨No creo en Dios y no me hace ninguna falta. (...) No creo en Dios, no lo necesito y además soy buena persona.¨ José Saramago



¨Tienes que hacer la primera comunión¨, fueron las palabras de mi madre cuando yo tenía aproximadamente 12 años. ¨No te da verguenza que ya vas a cumplir 15 y aún no la has hecho?" Realmente jamás me importó mi relación espiritual con un tal Dios, eso a pesar de que me crié con mi abuela Camila que era religiosa de ¨hueso colorado¨. (Cuando ella falleció, mi madre y padre fueron a la Iglesia de Dolores para buscar a un padre que oficiara una misa. Ella perteneció a cuanto grupo religioso encontró: el de la Vela Perpetua, el de las Hermanas de la Caridad y algunos otros que básicamente derivan de una misma idea: el chantaje espiritual. Cuando llegaron con el padre, le preguntaron si era posible que ofreciera un servicio en nombre de mi abuela, él contestó que por el momento no podía ya que iba a desayunar. Tantos años de creer en algo para que te salgan con eso cuando estás dentro del cajón.) Mi madre me envió con mi vecina a tomar la sagrada instrucción del Catecismo. Qué horror! Fue una pesadilla! Al finalizar el año casi me sentía preparado para ser sacerdote e inclusive Papa. Los nombres de los santos, libros, capítulos y versículos tuvieron que ocupar parte de mi memoria aunque no quisiera. Sin embargo, tenía que cumplir con el estúpido ¨requisito social¨ de hacer la Primera Comunión y recibir al Señor por primera vez en mi vida. Sucedió lo que tenía que suceder. El escuincle vestido de blanco, con una biblia verde en la mano derecha, un rosario y una vela en la izquierda posando para la foto.


Pasaron los meses y creí que el ¨Santo Calvario¨ había terminado, sin embargo, me equivoqué. Resulta que mi maestra del catecismo hizo muy buena amistad con mi madre y la invitó a la Misa de Niños. El servicio era todos los domingos a las 11 a.m. (de la madrugada) y la mecánica era distinta a las demás misas que se llevaban a cabo en esa iglesia. Había música, juegos, un sermón hecho especialmente para los pequeños y una canción para cada sección de la misa. Iban desde Ven Señor no Tardes hasta el famoso y melancólico Dios está Aquí. Siempre me pregunté qué hice en mi vida anterior para recibir semejante castigo. Además fui obligado a cantar y actuar una canción en la cual yo era supuestamente el maquinista del Tren del Evangelio. Qué pendejada más grande! Afortunadamente cuando uno comienza a leer tiene más armas para defenderse. Un día me revelé y no fui. Mi mamá se enojaba cada domingo cuando iba a mi cuarto y me encotraba en la cama, comiendo, sin bañarme y viendo la televisión. Definitivamente había cosas más interesantes en mi casa que en la Casa del Señor: ver la Lucha Libre Mexicana. Cambié la música sacra por el espectáculo del ring y los rezos por los abucheos.


Definitivamente no creo en Dios. Creo en la energía, en la manifestación extraña de los granos de café en una taza, en lo que se lee en los ojos de alguien, en las señales, en los presentimientos, en los pensamientos, en las corazonadas, en el amor, en el poder de la mente, en la educación, en las letras, en los libros, en el sonido, en la música, en las palabras, en los hombres, en las mujeres, en los seres humanos y definitivamente en todo lo que veo y toco. Soy pesimista porque los optimistas creen que todo está bien.


Paz

miércoles, 8 de abril de 2009

Acerca de fútbol...

"El fútbol es popular porque la estupidez es popular." Jorge Luis Borges (1899-1986)


Recuerdo cuando puse la cita de Borges en Facebook, causó una revolución! Puta! Era como si alguien les hubiera mentado la madre y algo más a todos los amantes del balónpie. Llovieron comentarios, sugerencias y una que otra mentada por parte de las personas agregadas en mi lista de ¨amigos¨. Inclusive, algunos me llegaron a confrontar (de manera no agresiva) al llegar a la oficina, con el suplemento deportivo Cancha en la mano izquierda y con la derecha libre para los movimientos que le dan poder a cualquier discurso. Fue un día divertido, además, casi creo que la cita me la atribuían a mí. Creo que les faltó leer después de las comillas (¨), suele suceder, la gente comete estupideces al creer haberlo leído todo.



Sinceramente no tengo nada en contra del fútbol, al contrario, creo que es un medio usado por mucha gente para liberar su coraje, saña, tensión y demás pesos morales y físicos que la mente humana crea. Después del juego la gente llega a su casa tranquila a dormir aún y cuando el equipo local haya perdido o no haya cumplido con los números que se esperaban. Usualmente me preguntan, ¨Rayado o Tigre?" a lo que usualmente les contesto, " Libros o Música?¨ He conocido gente que se deprime y no rinde cuando su equipo está en el úlitmo lugar de la tabla, sin embargo, los jugadores siguen recibiendo sus millones cada mes. Que contradicción. Triste es cuando encuentras noticias en los encabezados como la más reciente en la cual exhibían el monto que se pagó al último director técnico de la Selección Mexicana: 3.7 millones por 9 meses de trabajo. No está nada mal, voy a comenzar a dominar el balón. Probablemente con esa cantidad se pudo haber alimentado a un gran grupo de los 60 millones de personas en nuestro país que viven en pobreza extrema. Sin embargo, existe aquella famosa locución creada por Juvenal: Pannem et circenses. A esta altura, como vemos, el circo está acabándose. Por el otro lado, el pan pronto se acabará. Qué irá a pasar?